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Alimentación saludable

Proteína vegetal vs proteína animal: pros y contras

Las proteínas forman un nutriente esencial de la dieta humana, desempeñando distintas funciones clave. Como indica su nombre griego de origen “proteios”, son de primera importancia. Regulan procesos químicos hormonales, nos protegen de enfermedades, construyen estructuras, transportan sustancias vitales, etc. Y proteínas de calidad encontrarnos tanto en alimentos de origen vegetal como animal. ¿Y qué es mejor? En este artículo de Supernat te hablamos de los pros y contras de la proteína vegetal y de la proteína animal. ¡Empezamos! 

Diferencias entre la proteína vegetal y la animal

Las proteínas son macromoléculas compuestas por aminoácidos, los cuales pueden ser esenciales (solo se pueden obtener a través de la alimentación) y no esenciales (el organismo los puede sintetizar). Una dieta sana y equilibrada debe incluir una buena cantidad de proteínas de origen vegetal, animal o de ambos. Cada variedad proporciona distintos beneficios. Nos adentramos en las diferencias entre cada tipo de proteína. 

La principal diferencia entre la proteína vegetal y la animal es el valor biológico. La proteína animal se considera completa, tiene un alto valor biológico y proporciona todos los aminoácidos esenciales en las cantidades que el organismo necesita. Por el contrario, la proteína vegetal es incompleta puesto que no contiene suficientes cantidades de aminoácidos esenciales (a excepción de la soja y derivados). 

Claro que esta diferencia se puede suplir. Mediante la combinación de distintos alimentos de origen vegetal puedes compensar los aminoácidos no presentes en una sola fuente proteica de origen vegetal. Por ejemplo, puedes comer alubias con semillas y frutos secos, arroz con legumbres, humus con pan integral, etc. Y con estas combinaciones ya obtendrías el alto valor biológico de un filete de carne. Lo único es que estaríamos añadiendo una cantidad considerable de carbohidratos, lo que podría suponer un problema en dietas bajas en carbohidratos. 

Por otro lado, encontramos otra diferencia notable en la concentración proteica, que es mayor en las fuentes de proteínas de origen animal. Para que te hagas una idea, 100 gramos de carne de pollo tiene unos 20 gramos de proteína, mientras que 100 gramos de garbanzos aportan 6 gramos de proteína. Pero esto no tiene por qué ser un problema. Simplemente tendrías que comer más cantidad de alimento en caso de seguir una dieta vegetal. 

Asimismo, las fuentes vegetales contienen más vitamina C, flavonoides, fibra, antioxidantes y grasas insaturadas al contrario que las de origen animal, que presentan más vitamina D, ácido graso omega 3 DHA, vitamina B12, hierro hemo y zinc.  Las fuentes ricas en proteína vegetal nos ayudan a controlar el colesterol y mantienen una flora intestinal sana por su elevado contenido de fibra.

No obstante, las de origen animal tienen mayor porcentaje de colesterol y grasas saturadas, perjudiciales para la salud cardiovascular (a excepción del pescado azul). Por eso, un consumo desmesurado de proteínas de fuente animal puede llegar a ser perjudicial para la salud. Y el problema se encuentra más en la carne que en la proteína en sí, especialmente en la carne procesada. 

En definitiva, no existe una proteína que sea superior a otra. Especialistas en nutrición y salud coinciden en que quienes siguen una dieta vegana o vegetariana pueden alcanzar su requerimiento diario de proteínas si incorporan una variedad de alimentos de origen vegetal en cantidades adecuadas. En caso de necesitar un refuerzo, siempre es posible recurrir a suplementos alimentarios naturales, como los disponibles en nuestra tienda.

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