¿Alguna vez has sufrido herpes labial?¿Sabía que esta antiestética marca puede llegar a contagiarse a otras personas? En el artículo de hoy te hablamos sobre el herpes labial y cuáles son los mejores remedios naturales para combatirlo.
Con los cambios de temperatura es muy normal que acabemos resfriados y con algunas décimas de fiebre. Estos síntomas tan normales suelen traer como consecuencia la aparición de un herpes labial en algunas personas, y quizá tú seas una de ellas. ¿Quieres saber por qué?
¿Qué es el herpes labial y por qué sale?
El herpes labial es una infección viral con forma de ampollas, que contienen líquido, en la zona de los labios y la nariz, aunque dependiendo del caso puede extenderse por las mejillas y los párpados. Dichas ampollas suelen agruparse formando manchas, una vez se rompen crean una costra que suele durar varios días hasta que se cura en 2 o 3 días. Estas ampollas en la boca están causadas por el virus del herpes simple (HSV-1), aunque también podemos encontrar otro tipo de herpes simple, el tipo 2 (HSV-1), que es menos común. En cualquiera de los dos casos, esto puede afectar tanto a la zona de la boca como la zona genital. Además el herpes es contagioso, aunque el contagio puede pasar inadvertido si no aparecen los síntomas, aunque el virus queda latente en las células nerviosas hasta ser activado.

El virus del herpes no tiene cura, aunque existen tratamientos que pueden ayudar a controlar su aparición o brotes, reduciendo la frecuencia de aparición, su duración y la gravedad. Por ello, es importante conocer cuáles son sus síntomas: hormigueo en los labios y sensación de ardor en la zona de la boca durante un día antes de que aparezca la inflamación y por último la aparición de una molesta y antiestética ampolla, que con los días se convierte en una costra. No obstante, en función de si es tu primer brote de herpes labial o se trata de una recurrencia, estos síntomas pueden variar.
Todas las personas somos susceptibles de sufrir un herpes labial o de entrar en contacto con él. Durante el primer contacto o la primoinfección, el virus provoca la inmunidad en algunas personas, mientras que otras serán propensas a la aparición de brotes cuando les bajan las defensas. Esto explica por qué no todas las personas sufren de herpes labial.
Remedios naturales contra el herpes labial
Para evitar la aparición del herpes labial es importante que el sistema inmunitario funcione adecuadamente, haciéndolo resistente a las infecciones y por ende a la aparición de los síntomas. Por ello, es esencial potenciar el consumo de nutrientes como las vitaminas y minerales. Por ejemplo, la vitamina C y E y el zinc están asociados a una mejor respuesta de nuestros sistema inmune antes las infecciones. Para conseguir las dosis de zinc que tu organismo necesita come pipas de calabaza, frutos secos y cereales integrales. En cuanto a la vitamina C, nada mejor como el zumo de naranja, los kiwis y los pimientos rojos. Además, puedes complementarlos con suplementos vitamínicos como el que podrás encontrar en nuestra tienda online, haciendo clic aquí. De la misma forma, la vitamina E, actúa como un potente antioxidante y protector de las membranas celulares ante las infecciones víricas. Los alimentos con betacaronetno (un antioxidante que potencia la actividad antivírica) como la zanahoria o la calabaza ayudarán a los leucocitos y aumentará el numero de células T colaboradora.

Los lácteos como el yogur o la leche contienen sustancias como la lisina, que ayudan a eliminar virus, por ello pueden convertirse en muy buenos aliados contra el herpes labial. Es recomendable aplicar un poco de yogur con sal a modo de emplasto en la zona donde se encuentra el herpes para conseguir que se seque más rápido y reducirlo en la mitad de tiempo.
El té negro cuenta con propiedades antibacterianas que también ayuda a eliminar el herpes. Coloca una bolsita de té negro sobre la ampolla o herida y frótala unos minutos, las sustancias que contiene reducirán el dolor y curarán la ampolla antes. Además, también evitarás que crezca. Por otra parte, el limón es un potente antiséptico muy efectivo para tratar el herpes labial. Por ello, pon unas cuantas gotas sobre las ampollas varias veces al día. Si escuece, no te preocupes, significa que estará sanando. Otro ingrediente natural con propiedades antivirales y antibióticas es el ajo, que podrás poner sobre el brote o cubrir la zona con él para ayudarlo a curar con más rapidez.
El jugo de aloe vera es un excelente cicatrizante y calmante para los herpes labiales que, además ayudará a secar las ampollas. Úsalo con una compresa humedecida en él y aplícalo a pequeños toquecitos varias veces al día. En nuestro catálogo puedes encontrar jugo de aloe vera. Otro ingrediente natural muy efectivo contra el herpes labial es la celidonia mayor, que cuenta con propiedades antivíricas y antimitóticas para evitar que el herpes vuelva a aparecer. Puedes aplicarlo hasta tres veces al día hasta que el herpes desaparezca, aunque debes proteger la zona de alrededor.

La infusión de regaliz inhibe el herpes. Para ello debes macerar aproximadamente 40gr de raíz de regaliz triturada en agua fría durante toda la noche, después filtrarla y empapar una compresa en la mezcla para aplicarla tres veces al día.
Por otra parte, la vaselina será de gran utilidad para proteger tus labios de otras infecciones que pueda llegar a provocar el propio herpes. Además, la propia composición de docosanol de la vaselina ayudará a acelerar la recuperación, ya que se trata de una sustancia que evitará la formación de nuevas ampollas y secará la herida.
¿Cómo evitar el contagio y reaparición del herpes labial?
Las nuevas apariciones o recidivas del herpes labial son muy habituales, repitiéndose en determinados momentos como la fiebre, los resfriados, el estrés, las alergias alimentarias, el uso de medicamentos, ciertos tratamientos estéticos como los peeling y, en el caso de las mujeres, con la llegada de la menstruación. Además, la exposición solar intensa lejos de favorecer a su curación desencadena el resultado contrario: un ataque que lo agrava. Por ello, es importante cuidarse y protegerse esta zona para evitar un brote.

En cuanto a los contagios, los primeros síntomas suelen producirse una o dos semanas después de haberse producido, iniciándose con una quemazón y licor ligera en los labios. Después la piel se inflama y aparecen unas pequeñas ampollas con un líquido transparente, que al romperse forman costras. En total, este proceso suele durar de 7 a 10 días. Además, es posible que quien lo sufra pueda llegar a sentirse fatigada y tener algunas décimas de fiebre.