¿Te levantas por la mañana con sensación de pesadez estomacal, distensión abdominal o quizá, algo de flatulencias? Si la noche anterior no consumiste ningún alimento que pudiera generarte gases o algún tipo de bebida gaseosa, esto te resultará extraño, ¿verdad? También te sonará eso de acabar una comida copiosa y, horas después, notar cierto dolor en la parte baja del estómago mientras haces la digestión.
Son muchas las personas que, aunque no tienen ninguna enfermedad intestinal diagnosticada, sufren a menudo determinadas dolencias o episodios de malestar relacionados con esta parte del aparato digestivo, como pueden ser las flatulencias, la hinchazón intestinal o, sencillamente, dolor en esta zona.
Si es tu caso, es importante que no ignores estos síntomas. El cuerpo humano es sabio y sabe avisarnos de diversas maneras cuando algo no está funcionando correctamente en él. En primer lugar, te recomendamos acudir a tu médico para que estudie tu caso con detenimiento. Sin embargo, también hay una serie de medidas y cambios que puedes realizar para cuidar tu sistema digestivo y, por ende, tu salud intestinal. ¡Apunta, que esto te interesa!
Cuidados del aparato digestivo que mejoran tu salud intestinal
Son muchos los aspectos que influyen en nuestra salud intestinal. El estilo de vida, la genética, nuestra forma de alimentarnos… Por suerte, la gran mayoría de ellos podemos cambiarlos o modificarlos para mejorar el estado de nuestro aparato digestivo y acabar con algunos problemas intestinales que nos pueden llegar a traer de cabeza. Te dejamos a continuación algunas pautas a seguir si quieres cuidar de tu intestino.
Mejora tu alimentación
¿Te has parado a pensar cuánta fibra consumes al día? Si la respuesta es “poca” te aconsejamos cambiar este hábito si quieres mejorar tu salud intestinal. Y es que la fibra es uno de los elementos más recomendados para algunos tipos de dolencias digestivas como pueden ser el estreñimiento. Asimismo, está comprobado científicamente que la fibra ayuda a estimular el metabolismo de la flora intestinal y, por tanto, favorece la digestión. Puedes encontrar fibra en alimentos como las frutas, los granos integrales, las nueces o las verduras. ¡Tú eliges!
Otra recomendación que deberías tener en cuenta si quieres acabar con esos problemas intestinales es la de reducir considerablemente el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados. Lo que conocemos como “comida basura”. Las patatas fritas, alimentos enlatados o bollería acaban matando las bacterias buenas de tu intestino, lo que puede interferir en tu capacidad para regular el sueño e incluso en tu estado de ánimo.
Estrés, el enemigo número 1 de nuestra salud intestinal
En la actualidad, el nivel de estrés que soportamos debido a nuestro día a día y al ritmo de trabajo es bastante elevado. Esto puede desembocar en diferentes problemas pero, uno de ellos, son las dolencias intestinales. Entre las más habituales se encuentra el estreñimiento.
¿Qué relación hay entre el estreñimiento y el estrés? Bien, cuando vivimos épocas de mucho ajetreo, los movimientos peristálticos del intestino se alteran como consecuencia de una reducción del aporte sanguíneo al tracto intestinal. Cuando esto ocurre, los movimientos del intestino grueso se realizan más despacio y provocan que no podamos acudir al baño con la misma facilidad que en otros momentos.
Si te sientes reflejado con la dolencia que acabamos de explicar, procura tomar medidas, no solo por tu tránsito intestinal sino por mejorar tu salud a nivel general.
Intenta descansar lo suficiente y hacer algo de ejercicio físico para desconectar de las obligaciones. Cambia la perspectiva o forma de pensar y procura ser consciente de que nada es más importante que tu salud. Si así lo sientes, pasa tiempo con amigos y familiares y realizando actividades que te resulten placenteras. Dedicar algo de tiempo al aprendizaje de técnicas de relajación también puede ser una muy buena alternativa para acabar con el estrés.
Prebióticos y probióticos
Van de la mano y son los grandes aliados de un intestino saludable. La gran mayoría de profesionales de la medicina recomiendan tomarlos ante cualquier desbarajuste de nuestro intestino. Quizá no lo sepas pero, el revestimiento de nuestro intestino está cubierto de bacterias que acaban creando un microecosistema y que juegan un papel muy relevante en nuestra salud.
Los prebióticos son alimentos que actúan como nutrientes o fertilizantes para esa microbiota humana. Podríamos decir que su función es “alimentar” a estos microorganismos con la intención de mejorar su equilibrio en nuestro intestino. Estimulan el crecimiento de las bacterias sanas.
Podemos encontrarlos en muchos tipos de alimentos pero, principalmente, en aquellas frutas y verduras que contienen carbohidratos complejos, como la fibra o el almidón. Algunos ejemplos de alimentos prebióticos serían los granos integrales, la soja, el ajo, las cebollas o los plátanos.
Los probióticos, por su parte, contienen directamente organismos vivos, cepas específicas de bacterias que se unen a las que ya existen en nuestro intestino para ayudarles a reforzarlo.
El alimento probiótico más conocido es el yogurt, pero en los últimos tiempos se ha extendido también el uso del chucrut o la kombucha como probiótico. Además, existe una gran variedad de suplementos probióticos que pueden ayudarte a mejorar el estado de salud de tu intestino. En concreto, te recomendamos Kyo-Dophilus, compuesto de L. gasseri, B. bifidum y B. longum.
Limpiar el intestino
Realizar de vez en cuando una limpieza de nuestro intestino nos ayuda a desintoxicar el organismo, mejora el tránsito intestinal y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos. Es realmente útil si queremos obtener beneficios como aumentar la energía, optimizar la absorción de nutrientes e incluso, aunque te sorprenda, mejorar el mal aliento.
Te recomendamos que incluyas en tu dieta algunos alimentos como la manzana, el ajo o las espinacas si quieres conseguir limpiar tu intestino poco a poco. Además, también puedes acudir a determinados remedios naturales que contribuirán enormemente a esa limpieza de la que te hablamos. Algunos tipos de tés o zumos son opciones geniales para ello.
El té que resulta de hervir un trozo de jengibre natural mezclado con limón es realmente efectivo para desintoxicar nuestro intestino. Otra muy buena alternativa es el té verde Goslim, con propiedades que ayudan a mejorar la digestión y el tránsito intestinal.
Otros consejos para mejorar la salud intestinal
- Haz deporte. No importa que ejercicio practiques, cualquier tipo de deporte ayuda a aumentar la movilidad intestinal.
- Hidrátate. Beber agua y otro tipo de líquidos es sumamente beneficioso para tu tránsito intestinal. Ayudará a que los alimentos de descompongan para que el cuerpo pueda absorber de forma correcta los nutrientes y, además, tiene la capacidad de ablandar las heces y, por tanto, ayudar contra los problemas de estreñimiento.
- Come despacio. Cuando te sientes a la mesa, olvídate de las prisas. Mastica bien los alimentos para así evitar que tragues aire. Pruébalo y verás como tus digestiones mejoran notablemente.
- Rutina de comidas. Procura establecer un horario de comidas que puedas cumplir, si no siempre, habitualmente. Está científicamente demostrado que comer a horas regulares es beneficioso para la digestión.